Entrevista a Sergio Galindo, árbitro internacional y del BCN WP under10
“Las grandes inversiones hay que dedicarlas en la formación de jugadores de waterpolo”
Sin la desinteresada y entusiasta colaboración de los árbitros catalanes, el BCNWP Under 10 sencillamente no sería posible, no existiría. Un total de 26 colegiados del Comité Catalán de Árbitros han sido designados para dirigir los 96 partidos del torneo. Uno de ellos es Sergio Galindo, árbitro internacional de dilatada experiencia, quien se muestra especialmente ilusionado por participar en un acontecimiento “muy positivo” para la promoción del waterpolo.
Desde el primer momento, el Comité de Árbitros de la Federación Catalana de Natación se ha volcado en el BCNWP Under10. ¿Cómo valora el colectivo arbitral este torneo?
Muy positivamente. Nuestro deporte es de los considerados minoritarios y, por eso, todas las iniciativas que ayuden a fomentarlo y hacerlo crecer son positivas. En los momentos en que nos encontramos es de agradecer que clubs, entrenadores y padres de los jóvenes jugadores se impliquen en la promoción de nuestro deporte.
¿Cuál es el papel de los árbitros en la formación de los waterpolistas?
El árbitro tiene un papel muy importante. Quizás es, después del entrenador, la persona con más responsabilidad en la educación de jóvenes jugadores. No es fácil, porque los jugadores todavía no conocen bien el reglamento y muchos no dominan el medio, por eso la función formativa es muy importante, para aclarar de forma sencilla a los jugadores las dudas que puedan tener.
¿Cuáles cree que son los puntos a profundizar o mejorar en la relación árbitro-entrenador-club-jugador en el waterpolo base?
Básicamente la comunicación y la comprensión. A veces la familia del waterpolo nos ve como los malos de la película porque nos equivocamos. La verdad es que a todos los árbitros nos gustaría no equivocarnos nunca, pero somos humanos y echo de menos un poco de comprensión en nuestros errores. Por otro lado, creo que nos falta comunicación para poder compartir necesidades e inquietudes y que, entre todos, hablemos e intentemos mejorar nuestro deporte.
¿En estas categorías, los árbitros deben ser necesariamente más pedagógicos que rigurosos?¿Por qué?
Nos encontramos en categorías formativas, donde los jugadores están aprendiendo y, lógicamente, también están aprendiendo el reglamento. No es fácil enseñar el reglamento durante un partido porque, no nos olvidemos, ninguno de los dos equipos quiere perder y los árbitros deben sancionar las faltas de forma que los jugadores aprendan pero sin afectar al desarrollo del partido. A veces da la impresión de que árbitros y entrenadores van por caminos distantes.
¿Es una percepción errónea? ¿Deberíamos trabajar más este aspecto en beneficio del waterpolo base?
Es una percepción en gran parte equivocada. Todos queremos lo mejor para el waterpolo. La mayoría de los árbitros ama el waterpolo igual que el resto y arbitramos por la satisfacción que nos da el hacerlo. Vuelvo a insistir, comunicación y comprensión. Sin partidos de waterpolo no se necesitan árbitros y sin árbitros no hay partidos de waterpolo. Entiendo que debemos caminar juntos si queremos llegar a buen puerto.
¿Qué le parece la iniciativa del BCNWP Under10 de incorporar un Código Ético basado en el respeto a todas las partes que componen el torneo y el juego?
Sencillamente magnífico. Los jóvenes jugadores son un espejo de entrenadores y padres. Por ello es muy importante que éstos entiendan que su comportamiento debe ser siempre correcto. Usted es árbitro internacional, de dilatada experiencia.
¿Cómo calificaría el momento actual del waterpolo base catalán?
Nuestro waterpolo es, sin duda, el referente a nivel estatal. En Catalunya se trabaja mucho y muy bien la cantera y hemos de ser conscientes de que es así como debe hacerse. Los jóvenes jugadores son el futuro de nuestros clubs y de nuestras selecciones. Las grandes inversiones no debieran hacerse en grandes fichajes, sino en crear grandes jugadores desde pequeños.
¿Qué les diría a los que puedan pensar que el waterpolo es un deporte demasiado duro y sacrificado para que lo practiquen sus hijos?
Personalmente, estoy ligado al agua desde los 5 años y todavía sigo. Primero como nadador, como waterpolista después y, finalmente, como árbitro. He llegado a hacer tres sesiones diarias de entrenamiento. Y no lo cambiaría por ningún otro deporte. ¿Duro y sacrificado? No puedo decir que no sea así. Pero, en contrapartida, los valores que creo haber aprendido y que da el practicar un deporte como el waterpolo son muy importantes y un complemento perfecto en la educación de un niño o niña. Con el sacrificio de todas las horas de entreno, viajes, partidos, etc... he aprendido a valorar más y mejor los valores fundamentales de la vida. Puede parecer demasiado filosófico, pero creo plenamente que las cosas que consigues con sacrificio y dedicación tienen mucho más valor y te ayudan a crecer enormemente como persona.
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